Confinados: ¿Nos re-conocemos?

Estamos confinados, confinadas. Estamos conviviendo e interactuando en casa. Estamos 7/24 juntos, juntas. ¿Nos reconocemos en estos dialogos?

  • Pásame la taza
  • Oye, tú no tomabas desayuno en casa, cuando ibas al trabajo, ahora quieres desayuno puesto en mesa todos los días. ¿Y eso?
  • Ando más ocupado trabajando desde casa que cuando trabajaba en la oficina. Trabajo más horas. Y no sé si me pagarán.
  • ¿No ves que ando ocupada?
  • No tenemos agua en casa. ¿Y ahora qué tomamos, cómo nos bañamos y lavamos las manos?
  • Mamá, papá tengo hambre.
  • Ya me cansé de ver la serie esa, ¿qué hacemos ahora?

La casa es el lugar de encuentros. Y desencuentros. El encierro forzado viene mostrando-nos el nivel de consciencia y conocimiento que tenemos del otro, de la otra, sea este el marido, la mujer, el hijo, la suegra, el  hermano, el primo, la novia, pareja o la mascota.

En muchos hogares las fricciones se están dando y se des-conoce la forma de manejar el conflicto. Están habiendo chispas, fricciones. El espacio parece que viene reduciéndose a roces in…cómodos.

  • No sé qué hacer, voy a mi cuarto.
  • Te recuerdo que ésta también es mi casa.
  • No vendría mal que ahora limpies el cuarto

Hoy, leyendo las noticias (vivo en UK) me encuentro con una que indica que el índice de solicitud de divorcios se ha disparado en muchos países. Y esto se está dando en plena cuarentena. ¿Cuál es el motivo de súbito incremento en solicitud de divorcio?

Respuesta. Con-VIVIR. La convivencia 7/24.

Y si la convivencia se hace imposible, como indica la noticia,  a ¿dónde nos largamos si no podemos salir de casa? Ni la mascota, si tenemos alguna, nos posibilita caminatas largas o ilimitadas ¿A dónde nos vamos si no hay vuelos, ni buses? ¿A dónde si no hay restaurantes abiertos y bares donde ir a llorar o renegar lo que viene sucediendo-nos?

El confinamiento viene revelándonos algo que no se puede esconder. “El rostro del de enfrente nos está haciendo de espejo”. Eso ya nos decían, no solo haciendo mindfulnes, ¿lo recordamos? Hoy lo vemos, lo venimos viviendo a/con gusto o sin él,

Convivir y compartir espacio común casi las 24 horas del día, está siendo para muchos de nosotros un reto, una lección de no tan fácil digestión y asimilación.  Y lo es aún para aquellas y aquellos que lo están pasando a solas, sin compañía.

El confinamiento muestra la profundidad o no de nuestro vínculo personal y familiar. El confinamiento nos habla de decisiones que tomaremos o no según nuestras necesidades, prioridades y valores. El confinamiento nos hace de espejo para mostramos la calidad del vínculo creado con nosotros mismos. También aquel creado con la TIERRA en cuya casa-espacio vivimos, la que compartimos, de la que nuestra vida depende.

Hoy puedo decidir. Hoy puedo ver. Hoy podemos ver-nos. Hoy es casi imposible esconder-nos. Hoy, en reducido espacio, podemos ser conscientes de las maniobras que quisiéramos usar para escapar o no de una realidad presente. Una realidad ¿cambiante, que viene cambiando-nos?

Parece que entendernos y aceptarnos en respeto, se convierte en una asignatura que la universidad de la vida nos está entregando aquí y ahora como tarea para LA CASA. Tarea para hacer en casa. Tarea para (y) con nosotros y con los/las demás.

La aprobación de tal asignatura -cuyo aprendizaje es único y diferente para cada uno/a-, pueda que nos revele aquello que vamos/ podamos crear juntos. Una realidad, una verdad que quizá, ¿empezamos a intuirla?

Y es que….
¿Qué conocíamos?
¿Nos conocíamos de y en verdad?
¿Te conocías? ¿Te conoces?
¿Fuimos, somos conscientes de nuestro rol/aporte en la co-creacion de esta realidad?
¿Conoces a tu pareja, a tu familia?
¿Conocías, conocemos, conoces a tu «gente» amada, a tu «tribu» a TIERRA “madre-padre”?

Sinceridad, honestidad y amor, pueden ayudarnos a respondernos ahora que nos sabemos igual de vulnerables. Confinados/as a (en) las paredes que construimos.

Ahora precisamos de un contacto que sea más que una simple cuestión de piel. Precisamos un contacto vital, arropado de paciencia, coraje, respeto, dulzura, cuido. Un contacto de y con palabras llenas de confianza y AMOR…

AMOR al hogar. Mi hogar, tu hogar, nuestro hogar de tanto valor como la vida misma. De tanto valor como la Tierra; nuestro hogar sin fronteras, sin confín-a-miento.

Confinados: ¿Nos re-conocemos?

Un comentario en «Confinados: ¿Nos re-conocemos?»

  1. Having read this I thought it was very enlightening.
    I appreciate you taking the time and energy to put this short article
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