¿Te Casarías Contigo?
Es la pregunta con que el blog de hoy empieza. Es una pregunta hecha a tu corazón.
¿Te casarías contigo,
Es decir, estas dispuesta o dispuesto a comprometerte y estar contigo en:
Situaciones y momentos inolvidables o aquellos que cuesta o duele recordar
Noches largas o cortas
Días de lluvia, tormenta, neblina o sol a radiar
La dualidad creída o tu totalidad real?
¿Te casarías contigo
Para cuidarte, amarte y adorarte como a tu Diosa-Dios por sobre todas las cosas?
Te casarías contigo
Para sostenerte cuando las fuerzas flaquean o te sientas sin ellas?
¿Te casarías contigo
Para aceptarte cómo eres. Para re-conocer tu valía, tu voluntad interior que te lleva, trae o devuelve a momentos/lugares gustosos o no?
¿Te casarías contigo.
Para mimarte, cocinarte, alimentarte siendo responsable de tu vida, salud, tus actos, tu economía?
¿Te casarías contigo
Aceptando a tu igual, tu diversa/o, tu diferente, tu heterogénea/o, etc.?
¿Te casarías contigo
Para re-conocer que quien siente, piensa, habla, desea, sueña, eres TU es las maneras aprendidas de gustar, querer, poder, decidir, saber, atraer, desear, etc.?
¿Te casarías contigo?
Ummmmmmmm.
Este ummm puede saber a ¡chocolate!
Y por eso te invito.
A dar el ¡Si! a tu belleza viviente
Contigo
Para sentirte, verte crecer, darte apoyo
Contigo
Siendo tu incondicional
Contigo
Siendo escucha y quien te escucha
Contigo
Para nunca juzgarte. Menos juzgar
Contigo
De-gustando y aprendiendo maneras de ser, estar, dar, recibir, respetar, saborear, amar la vida.
¿Algún consejito, algún tip?
A esta consulta la abuela respondería: Darte el ¡SI!, es saber y entender que EL COMPROMISO ES CON TU VIDA. Y por lo mismo es compromiso con LA VIDA.
Aceptarnos es comprometemos al cuido interior y exterior con pasión y paciencia. Al cuido nuestro de cada día. Amando nuestro cuerpo-ser tanto en la salud y/o en la recuperación de ésta. Aceptando-nos desde los pies a la cabeza, manos incluidas.
Entonces, te pides y te das la mano a ti primero. Tú, recibiendo-te. Tú responsable te aceptas, te asumes. Te das a ti, para luego darte al mundo, años después de haber sido dado/dada a luz al nacer en esta Tierra bendita.
Mi Experiencia
Un Septiembre de 2011, contraje matrimonio con mi ser mujer. Me di el SI te quiero por muchos razones. Aquí algunas: Quería aceptarme, verme y aprender a darme lo que ansiosamente buscaba en otros/as. Quería entender mi pasado. Quería agradecerme, agradecer a mis amigos, amigas y mujeres del planeta. Agradecer a mis ancestras, ancestros y honrar a mi padre que muriera cuando niña, y a mi madre que falleciera 6 meses antes de mi especial ceremonia.
Me casé conmigo. Y convivir-me no es estar flotando con perfumes de rosas en cada momento. Nooo, eso solo se da en las películas. Esta decisión implica pies en la tierra, aceptación, mucha paciencia y perseverancia de hormiga. ¡Sí!, la constancia de un día sí y el otro también. Es cuidarme y estar conmigo en y para todo momento sea este de miedos, dolor, duelos, angustias, ansiedades, disgustos, degustes, alegrías, retos, mudanzas, cambios -hormonales incluidos-.…
Es aceptar-me en todas mis facetas
Conmigo
Observando y disfrutando mi presencia
Conmigo
De la mano para toda la vida
Y divorcio es un tema no negociable.
O me tengo y acepto, o me tengo y acepto.
Pareciera no haber opción,
Cuando se opta por uno/a misma
Parece, pero SI que la hay. Y no es egoísmo.
Soy mi opción
Eres tu opción
Eres tu regalo
Eres lo que ES y hay en ti
Somos quien está de nuestro lado.
Soy a quien (me) tengo.
Soy a quien me debo
Soy a quien me doy
..
Te tienes.
Nos tenemos.
Nos cuidamos
Compartimos
Otro dato:
La experiencia me testifica que casarte contigo te permite ser, además de tu jugosa enterita naranja, tu amiga, tu amigo, tu padre, tu madre; SI, el padre y/o madre que has querido y/o quizá no tuviste o sentido; tu padre nutricio, tu madre nutricia.
Casarte Contigo es dar el SI a tu Cuerpo-Ser motivo de (tu) vida; tu causa, tu gran confidente. Alguien con quien llegamos al nacer y volvemos al dejar este plano físico. Es decir el compromiso con uno o una misma es: hasta que… ni el infinito separa o destruye.
Eso es una buena pregunta. Si me casaria conmigo misma. Hay que llegar a tu nivel para pode entender. Gracias por enseñarme a conocerme a mi misma
Anted decia que no! Pero ahora digo q si x q a mis 35 años no.vivi todo pero pase mucjas cosas conmigo misma q pude levangarme farme animos sola y me.amo tal cual y si me.acepto con todas mis virtudes u defectos q hay q limar dia a dia. Me amo!!
Si. Para aprender más de mi mismo y no cometer los mismo errores de antes y ser cada día mejor. Y disfrutar de mi mismo de lo que soy..
qué difícil pensar en eso,es más nunca se me hubiera ocurrido;
eso de primero amarnos para poder amar a otros,es vital
y obvio me gustaría no la mitad de una naranja quiero la fruta completa,algo en lo que pensar…
No cabe duda que, para amar a otros hay que amarnos, para dar a otros, hay q darnos a nosotros mismos; lo que, en otras palabras, llamas : Casarte contigo mismo; y, claro queq hay que hacerlo, en absolutamente todos los avatares y/o experiencias de la vida. Sin amarnos, sin aceptarnos, valorarnos, no, lo podríamos conseguir en el prójimo; toda vez que, ese amor propio que pregonamos para con uno, desearíamos que congenie (por si se dá a posibilidad) con el prójimo en un matrimonio como manda la vida y la ley de Dios.